¿Cuál es el mantenimiento de un coche eléctrico?

La frecuencia de mantenimiento de un coche eléctrico es menor que la de un vehículo con motor de combustión interna. De hecho, la revisión de un coche eléctrico debe hacerse cada 30.000 km, de media, mientras que en el caso de un motor de gasolina la revisión es necesaria cada 15.000 km y cada 20.000 km en el de los motores diésel.

Por lo tanto, si recorres 15.000 km al año, puedes llevar a revisión tu automóvil eléctrico cada dos años. Si haces más de 15.000 km al año, la frecuencia del mantenimiento será mayor. En dicha revisión podrán cambiarte las piezas que sea necesario reponer, como las pastillas de freno o los neumáticos.

La gran ventaja de los coches eléctricos es que sus piezas se desgastan con menos rapidez que las de un vehículo con motor de combustión. Por ejemplo, en general en un automóvil eléctrico los frenos se ven sometidos a menor desgaste, más concretamente cuando el vehículo está equipado con un sistema de recuperación de energía de frenado que evita la fricción mecánica de las pastillas. Esta menor fricción se traduce en un desgaste más lento.

La batería de un coche eléctrico está diseñada para durar más de 100.000 km, dependiendo de las marcas. Así pues, no tendrás que cambiarla cada vez que lleves el coche a revisión.

A la hora de revisar un automóvil eléctrico, el técnico se fijará en una serie de elementos de control, a saber:

• la batería;
• el sistema de frenado;
• los neumáticos;
• las escobillas;
• el nivel de los líquidos (freno, refrigeración, agua limpiaparabrisas, líquido de transmisión);
• la suspensión;
• la amortiguación;
• la dirección.

A diferencia de un vehículo de combustión interna, en un coche eléctrico no es necesario cambiar el aceite ni los filtros (a excepción del filtro del aire acondicionado cuando sea necesario). Por el contrario, es fundamental hacer una revisión del sistema eléctrico. Para asegurarse de que el motor eléctrico está en buen estado de funcionamiento, el técnico autorizado comprobará:

• los circuitos eléctricos de alta tensión;
• los diferentes equipos eléctricos;
• el sistema de carga de la batería;
• la batería de tracción que almacena energía.

Dado que una peligrosa corriente eléctrica recorre los circuitos, nunca corras el riesgo de hacer tú mismo estas operaciones. Y ten en cuenta que cualquier profesional que trabaje con coches eléctricos debe estar debidamente cualificado y haber recibido formación específica para realizar un mantenimiento seguro. Los técnicos de los centros de mantenimiento de Peugeot  se han formado para ello y se encuentran en condiciones de revisar los circuitos eléctricos del vehículo, además de las demás tareas habituales.

Los costes de mantenimiento de un coche eléctrico ascienden a unos 120 euros al año, cuando se trata solo de comprobaciones, sin cambiar piezas. Este coste puede variar de un taller a otro, pero también de un modelo o marca a otro. Por ejemplo, el mantenimiento de coches eléctricos de lujo será más caro que el mismo mantenimiento que se realiza para un vehículo eléctrico Peugeot o Citroën. En cualquier caso, los usuarios coinciden en que el coste de mantenimiento de un coche eléctrico es aproximadamente un 25% inferior al de un modelo con motor de combustión.

Sin embargo, el precio de las piezas que hay que sustituir (pastillas de freno, filtro del aire acondicionado, amortiguadores, etc.) es el mismo que para un coche con motor de combustión. En cualquier caso, gracias a que su desgaste es más lento, la frecuencia con la que deberás cambiar estas piezas será menor.

En cuanto a la batería de un coche eléctrico, suele estar diseñada para contener unos 1500 ciclos de carga y descarga. Dependiendo de la marca, esto puede representar más de 100.000 km. Ten en cuenta que algunos fabricantes garantizan la vida útil de su batería, lo que permite realizar un cambio sin coste alguno, siempre y cuando se cumplen las condiciones (número de años, kilómetros, etc.).